Lavarse las manos, es clave para evitar infecciones. Es una de las maneras más eficaces para evitar la propagación de las bacterias y protegernos de muchas enfermedades infecciosas.
La transferencia de microorganismos por las manos del personal hospitalario ha sido identificada como el factor más importante en la transmisión de infecciones.
La piel es la primera línea de defensa contra las bacterias. En las manos, se alojan (de forma natural o por contaminación de otras fuentes) y se transmiten bacterias que pueden provocar procesos infecciosos. Es por esto que el personal de salud mantenga esta practica constantemente, sobretodo en momentos como los que se indican a continuación.
Técnica correcta para el lavado de manos
El método correcto de limpieza también es importante. Desarrollar una técnica adecuada para el lavado de manos es imprescindible para asegurarse de que las manos están completamente limpias. Se debe prestar especial atención al dorso de las manos y a las yemas de los dedos, ya que se olvidan con frecuencia.
Es habitual mojarse las manos antes de aplicar una dosis de
jabón en la mano; sin embargo, si se tienen las manos muy sucias es
recomendable aplicar el limpiador de manos específico apropiado directamente
sobre la piel antes de mojarlas. En todo caso, es importante seguir las
instrucciones recomendadas por el fabricante.
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